En el año 1970, tuvo lugar una de las primeras acciones masivas para celebrar otra fecha que no tenga que ver con alguna guerra, una ocupación territorial o la adopción de nuevo derechos para los seres humano. Un grupo de maestros, estudiantes y activistas ambientalistas de la Universidad de California, convocaron y realizaron la celebración del 1er Día de la Madre Tierra, al que respondieron más de 20 millones de personas.
Hoy, 50 años más tarde, mientras atravesamos en este último año algunas de las peores crisis ecológicas, climáticas, político-sociales y ahora económico-sanitarias de la historia contemporánea, las razones que provocaron esa primera respuesta hace medio siglo, han empeorado a tal punto que es tiempo de preguntarse porqué todas esas movilizaciones masivas, no han logrado conducir a una caída del sistema global dominante y a la emergencia de un sistema basado en otros valores que los económicos, como pareciera estar sucediendo en estos precisos momentos.
Es por ello que en el marco de éste 50º Aniversario del Día de la Madre Tierra, los estamos convocando a sumarnos a participar en una iniciativa que vaya al corazón de esa crisis, basada en una relación de explotación sistemática, inconsciente y brutal de la Naturaleza, ese ente vivo y sintiente del que formamos todos parte, que los pueblos originarios siempre denominaron Madre Tierra.
Si hasta ahora, las legislaciones de la casi totalidad de los países del mundo, plasmadas en sus Constituciones locales, nacionales o internacionales, son un cuerpo de leyes exclusivamente aprobadas para asegurar la defensa de los derechos humanos, individuales y sociales, es decir, seguimos hablando de una jurisprudencia antropocéntrica, desde el año 2008 el gobierno de Ecuador primero, y dos años más tarde, el de Bolivia, y en la actualidad en una gran cantidad de territorios, condados, municipios, se están llevando a cabo acciones socio-ambientales, Foros nacionales e internacionales y luchas legales para de reconocimiento de sus derechos jurídicos, intrínsecos e inalienables a los componentes naturales de todos los ecosistemas terráqueos.
Sin legislaciones que afronten los retos de paliar y adaptarnos a los profundos cambios climáticos, terribles incendios, terremotos, huracanes, tifones y tsunamis; sin leyes que protejan efectivamente y hagan vinculantes penalidades para la protección de mantos acuíferos, fuentes de agua, ríos y océanos, selvas, pampas y bosques, montes, glaciares y el mismo subsuelo, seguiremos justificando, fomentando la necesidad urgente de poner en todas las agendas de los 190 países que éste año participaran en el 50º. Aniversario, y en el consciente colectivo de los más de 1000 millones de personas de todo el mundo que se espera tomaran parte de todas las acciones virtuales que tendrán lugar para ésta conmemoración, que el primer artículo de todas las Constituciones nacionales y la Carta Universal de los Derechos de la Madre Tierra sea precisamente las que reconozcan y defiendan, no solo esos derechos, sino los derechos de los defensores de los territorios y sus componentes culturales y naturales.
En la ciudad de México, a raíz de la realización del 1er Foro Internacional por los Derechos de la Madre Tierra, su nueva Constitución reconoce a la Tierra y a los animales en su Artículo 13 como un ser viviente con derechos propios, mismas propuestas de Ley que ya han sido igualmente reconocidas y aprobadas en los estados de Guerrero y de Colima.
El dia 22, los invitamos entonces a conocer a algun@s de los principales activistas, abogados, ecologistas, legisladores y promotores que nos reuniremos en un Webinar para compartir nuestras experiencias, tanto nuestros desafíos como los indiscutibles logros que en los últimos años hemos alcanzado en América Latina y en el mundo.
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“Entre los seres humanos y la Naturaleza, el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra es el sustento de la paz”